Lipoabdominoplastia: adiós michelines, hola cintura – Doctora Navarro

Lipoabdominoplastia: adiós michelines, hola cintura

Hoy hablaremos de una de mis cirugías favoritas, por el cambio que conlleva en la forma del cuerpo de las pacientes y la satisfacción que genera: la lipoabdominoplastia.
Muchas mujeres tienen el tronco recto, sin curvas y acumulan mucha grasa en el abdomen. Además, ese odiado michelín de la barriga suele ir aumentando con la edad y desgraciadamente no desaparece ni con dieta ni ejercicio. Esto hace que el tronco se vea totalmente recto, masculinizado, al no tener nada marcada la cintura.
lipoabdominoplastiaLa mayoría de las pacientes que terminan sometiéndose a la lipoabdominplastia, se han gastado mucho dinero en tratamientos corporales previos obteniendo solamente resultados sutiles. Los tratamientos de medicina estética corporales pueden ayudarnos a mejorar parcialmente un problema. Sin embargo, no debemos pensar que un tratamiento hecho en consulta va a conseguir un cambio espectacular de nuestra silueta ni va a hacer desaparecer un acúmulo enorme de grasa en la barriga. Cierto es que son más económicos que una cirugía pero hay que informarse bien de los resultados que podemos obtener para estar satisfechos después.
Entonces, ¿se puede cambiar la forma del tronco? La respuesta es sí. En estos casos, hay que combinar una lipoabdominoplastia con lipoaspiración de la cintura para conseguir el cambio que esperamos en el cuerpo y pasar de un tronco sin curvas y con michelines a tener una silueta con abdomen plano y cintura definida.
En posts anteriores ya he explicado qué es una liposucción y una abdominoplastia. Pues bien, ¿qué beneficios obtenemos si las combinamos en una lipoabdominoplastia? Por un lado, con la liposucción conseguimos vaciar de grasa la zona del abdomen, de los flancos y de la zona lumbar. De este modo, reducimos varios centímetros la circunferencia del tronco y definimos la cintura, además de adelgazar la barriga eliminando el acúmulo de grasa. Por otro lado, para evitar que el abdomen quede blando y fofo hay que asociar la abdominoplastia, es decir, estirar la piel del abdomen y quitar la piel sobrante para que la barriga quede tersa y plana.
Al ser una cirugía combinada y que además exige cambios de posición dentro del quirófano (para poder hacer la liposucción de los lados y la parte de detrás), el procedimiento suele durar entre 4 y 5 horas. El ingreso oscila entre una y dos noches dependiendo de la recuperación de la paciente. No es postoperatorio doloroso, eso sí, la paciente suele encontrarse cansada y dolorida durante la primera semana. La vuelta al trabajo depende del tipo de actividad que se precise, oscilando entre 2 ó 3 semanas. Al mes ya se realiza vida con total naturalidad, incluido el deporte, a excepción de abdominales. Durante el primer mes, como toda liposucción, hay que llevar una faja y hacerse unas masajes de drenaje linfático para conseguir la silueta deseada lo antes posible.
Así pues,

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