Mentoplastia: cirugía del mentón que puede cambiar nuestro perfil

Armonía. Esa es la palabra. Como ya he comentado en anteriores posts, para tener un rostro bello el objetivo es conseguir un rostro armónico. Cuanta más armonía haya en la cara, más hermosa será.

Muchas veces las pacientes se centran en la forma de la nariz, labios, ojos o mejillas, olvidándose por completo del mentón. Sin embargo, el mentón puede hacer que el perfil de un rostro sea armónico o por el contrario dar un aspecto agrio y desagradable a la cara…

Para corregir un mentón con poca proyección podemos recurrir a medicina estética o cirugía, dependiendo del caso. Con ello conseguiremos aportar más personalidad a la cara, marcando más las facciones.

Hay 3 posibles soluciones:

• Cirugía o mentoplastia de aumento: es una intervención corta con anestesia local y sedación donde se procede a implantar una prótesis. La incisión puede hacerse desde dentro de la boca o con un pequeño corte debajo de la barbilla, dejando una cicatriz prácticamente imperceptible.

• Relleno con grasa o lipofilling: infiltrar el mentón con grasa de la propia paciente. Se evitan los posibles problemas a largo plazo derivados de una prótesis. En su contra, decir que es posible que parte de la grasa que infiltramos, el cuerpo la reabsorba durante los meses posteriores a la infiltración y necesitemos rellenar un poco más en una segunda intervención.

• Utilizar material de relleno en la consulta: con ácido hialurónico o con hidroxiapatita cálcica (Radiesse). Si no se necesita avanzar mucho el mentón, podemos conseguir un efecto óptimo inyectando un relleno en la clínica. La desventaja de este tratamiento es que el resultado no es para siempre pero es mucho más económico. Además, es una buena opción para pacientes que quieran modificar su perfil, pero les de miedo la cirugía; con la infiltración verán cómo se les quedaría si optaran por una de las 2 soluciones definitivas que hemos comentado antes. Se realiza en la clínica en 30 minutos y no hay que pasar ningún postoperatorio. 

Por el contrario cuando un mentón es prominente, la solución es quirúrgica y la intervención se llama mentoplastia de retroceso. Con esta cirugía conseguimos suavizar las facciones, resaltando los labios y dando al perfil un aspecto más dulce y femenino. En la intervención lijamos el hueso a través de una incisión en el interior de la boca.

Como insisto siempre, para conseguir un rostro bello hay que buscar una armonía y que las facciones estén proporcionadas.