Cirugía de reciclaje o cuando usamos la propia grasa para mejorar el aspecto – Doctora Navarro

Cirugía de reciclaje o cuando usamos la propia grasa para mejorar el aspecto

Mejorar barriga flácidaParece que cada vez tomamos mayor conciencia por el cuidado de nuestro planeta. De manera paulatina hemos incorporado en nuestras rutinas diarias reciclar los residuos que generamos. Empezamos a ver normal separar el papel y el cartón del plástico y envases y jamás mezclarlos con el vidrio. Poco a poco también empieza a haber un interés por consumir productos ecológicos y “bio”.

La cirugía plástica ya hace tiempo que usa técnicas de “reciclaje”, es decir, en ciertas intervenciones se puede reutilizar la propia grasa del paciente para mejorar su aspecto.

Esta grasa la obtenemos haciendo una liposucción, que será mayor o menor según lo que vayamos a necesitar. Nada tiene que ver la cantidad de grasa que se necesita para rellenar una ojera con la que necesitamos si queremos aumentar las mamas.

Así pues, hacemos una liposucción y después de sacar la grasa, la procesamos para mejorar su calidad e inyectarla después donde queramos.

Utilizar la grasa de la propia paciente para rellenar partes del cuerpo que queremos mejorar nos aporta muchas ventajas. En primer lugar, estamos utilizando tejido de la misma paciente, por lo que no nos va a dar ningún problema de rechazo a largo plazo. Además, después de las primeras semanas, la grasa que se conserva perdurará en el tiempo por lo que conseguiremos que los resultados conseguidos se mantengan a largo plazo.

Podemos utilizar nuestra propia grasa para mejorar la forma de muchas partes del cuerpo. Desde la cara, como complemento a un estiramiento o lifting o simplemente para mejorar unos pómulos u ojeras. También se puede asociar a una cirugía de párpados para conseguir un resultado més espectacular. El relleno facial con grasa mejora la calidad de la piel y restablece los volúmenes que se pierden con la edad. De este modo conseguimos un rostro mucho más joven y vital. En la cara, está técnica que cada día está más en auge, se utiliza como alternativa a los rellenos con ácido hialurónico.

En otra parte del cuerpo donde cada vez más se usa la grasa de la paciente es en la cirugía de mama estética. Utilizar la grasa en vez de prótesis puede aumentar el pecho una o dos tallas con una forma totalmente natural. Eso sí, es necesario ser una buena candidata y para ello la paciente no debe ser muy delgada ya que la cantidad de grasa que necesitaremos es importante y ha de sacarse de una liposucción previa, por lo que han de haber zonas que podamos liposuccionar.

La última tendencia es utilizar esta grasa para aumentar el volumen de los glúteos. Es impresionante como puede cambiar la silueta de una mujer asociando una liposucción de la cintura y muslos y utilizando esa grasa para realzar la silueta y de ese modo mejorar ese típico culo caído que se acentúa con la edad. Claro está, igual que ocurre con el caso de la mama, no todas las mujeres son candidatas; si una mujer es muy delgada y quiere aumentar la proyección del glúteo necesitará hacerlo con prótesis.

Cuando se hace una intervención y se usa este método, una vez pasan cuatro o seis semanas, la mayoría de grasa que vemos, permanecerá a largo plazo. Así pues, si comparamos con los rellenos de ácido hialurónico en la cara, no tendremos que repetir el relleno cada 9 meses aproximadamente. (Que es aproximadamente el tiempo de duración de este tipo de productos).

Si comparamos esta técnica con prótesis en glúteos o mamas una buena noticia es que con la grasa nos olvidamos de controles y/o de las complicaciones derivadas del encapsulamiento o rotura de los implantes. Sin embargo, esto no quiere decir que nunca haya complicaciones. Aunque para según qué rellenos personalmente la grasa es mi primera opción -el procedimiento es sencillo y rápido- como todas las cirugías o rellenos existen riesgos. Por ejemplo, cuando usamos grasa para rellenar pómulos u ojeras pueden aparecer hematomas durante unos días.

También hay que tener en cuenta que no toda la grasa que infiltremos permanecerá; por lo que en el momento de la infiltración, tendemos a sobrecorregir el resultado; así pues, durante las primeras semanas el volumen que veremos esta sobredimensionado.

Muchas veces la decisión de infiltrar grasa en cara o glúteos es el resultado de aprovechar la grasa que ya vamos a obtener con otro tipo de cirugía. Por ejemplo, una paciente que quiere una liposucción de barriga y cintura quizás no entraría a quirófano para mejorar la silueta del glúteo, pero una vez se decide por la liposucción ya aprovecha que se le va a sacar grasa para un segundo beneficio. Otro situación sería aprovechar la grasa para rellenar zonas de la cara envejecidas y aplanadas por la edad.

Así pues, gracias a los avances tecnológicos y médicos podemos reutilizar nuestra grasa para mejorar diferentes partes del cuerpo. Una manera más “bio” a tener en cuenta siempre que sea posible.

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