Labioplastia: corrección de los labios genitales menores
La cirugía plástica avanza cada vez más y con ella llega la posibilidad de corregir todo tipo de anomalías que no nos gustan o no nos hacen sentir bien. La Labioplastia es una de las cirugías que más ha crecido su demanda en la última década y consiste en la reducción de los labios menores de los genitales femeninos.
Muchas mujeres como tú, se ponen en contacto con nuestra clínica para mejorar su zona genital. Unos labios menores grandes, por ejemplo, pueden llegar a molestar con ropa ajustada o en actividades cotidianas como montar en bici o a caballo. En otros casos, es la incomodidad a la hora de mantener relaciones sexuales, ya que unos labios excesivamente grandes pueden afear la zona genital de la mujer y merman la autoestima.
¡Pero tiene solución! Aunque hay que pasar por quirófano para corregirlo, la labioplastia es una intervención sencilla y breve. Normalmente la realizamos con sedación, para mejorar el confort de la paciente, aunque podría hacerse con anestesia local. Un par de horas después de la labioplastia, las pacientes se marchan a casa.
Aunque la labioplastia no se trate de una intervención dolorosa, pueden notarse pequeñas molestias los primeros días. Por eso, durante la primera semana recomiendo limpiar la zona íntima similar a la de después de dar a luz y no llevar ropa ajustada (evitando leggins o vaqueros estrechos). La cicatriz cura rápidamente y los puntos que utilizamos suelen ser reabsorbibles, lo que significa que se caen solos en unas semanas sin necesidad de quitarlos en la clínica. Las únicas restricciones durante las primeras semanas son evitar deportes específicos y las relaciones sexuales, durante 3 ó 4 semanas.
Es muy frecuente, tras la labioplastia, combinarla con una liposucción de la zona del pubis o una reducción o lipofilling de los labios mayores.
¡Muy importante chicas! Aunque la labioplastia sea una intervención sencilla, es importante acudir a un cirujano especializado en la materia para evitar resultados indeseados. No se trata de amputar o cortar los labios, sino de armonizar la zona y dejarla lo más estética posible. He visto muchos casos de introitos abiertos (orificios de la vagina) como secuelas de labioplastias mal realizadas. Esto da lugar a genitales con formas extrañas y a la larga problemas de sequedad vaginal. Para evitar estas situaciones siempre recomiendo acudir a un especialista en cirugía íntima si se quiere conseguir la excelencia en el resultado final. Para conseguir la formación necesaria en la materia, en 2014 acudí en 4 ocasiones a Milán y desarrollé un training intensivo en cirugía estética genital. En mi experiencia es una cirugía muy gratificante. Con ella conseguimos acabar con complejos o disconforts en pacientes que no estaban del todo a gusto con su anatomía genital.
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