Ya estamos en primavera y en breve empezaremos a vestir con faldas y vestidos más cortos. Es en estos meses cuando las pacientes vienen a la clínica solicitando mejorar la silueta de las piernas.
Los 3 motivos de una paciente insatisfecha con sus piernas
- No le gusta su forma
- Considera que el volumen de las piernas es excesivo
- Quiere mejorar la calidad de la piel (celulitis).
Cuando hay algún acúmulo de grasa que hace que la forma de las piernas no sea bonita, hay que hacer una remodelación y eso lo podemos conseguir con la liposucción. Para cambiar la silueta, corregir unas cartucheras y/o eliminar unos acúmulos de grasa, de nada sirven los tratamientos en clínica. Es importante explorar a cada paciente y ver lo que le preocupa, ya que muchas veces vienen a la clínica con desconfianza porque se han gastado dinero en tratamientos corporales que no les han ayudado a solucionar el problema.
En otros casos, la forma de las piernas es bonita, pero hay acúmulo de líquidos o volumen en exceso. Aquí sí que pueden venir bien tratamientos corporales como la presoterapia.
Y en cambio, otras veces la forma de la pierna es bonita y el problema es la flacidez o celulitis. Los tratamientos para mejorar la calidad de la piel son la mesoterapia (asociando o no radiofrecuencia) y ambos se realizan en la consulta.
Es importante saber que todo tratamiento corporal realizado en la clínica lleva implícito varias sesiones semanales durante algunas semanas. La ventaja de estos tratamientos es que no se requiere ningún postoperatorio y la paciente continúa con su actividad normal al salir de la clínica. La desventaja fundamental es que para que los resultados se mantengan en el tiempo, son necesarias sesiones mensuales de mantenimiento.
Además, hay que tener en cuenta que los resultados que podemos garantizar a la paciente están estrechamente relacionados con su edad y su calidad de piel.
Una recomendación básica a la hora de realizar cirugías o tratamientos corporales es la combinación de éstos con dieta y ejercicio físico.
Así pues, para lucir unas piernas bonitas lo primero que hay que hacer es ver qué es lo que le preocupa a la paciente e indicarle en su caso cual sería su tratamiento de elección más adecuado. Y luego, ¡pues a presumir de piernas!
